SOMOS LA ASOCIACIÓN MADRILEÑA DE ATEOS Y LIBREPENSADORES

AMAL-Asociación
Madrileña de Ateos y Librepensadores
La Asociación Madrileña de
Ateos y Librepensadores (AMAL) es un colectivo de personas ateas,
agnósticas, humanistas y, en definitiva, librepensadoras, que defiende nuestros
derechos en el ámbito de la Comunidad de Madrid. AMAL forma parte de la Unión
de Ateos y Librepensadores (UAL), la coordinadora estatal,
junto a otras asociaciones ateas del Estado que trabajan desde hace más de
quince años. AMAL también mantiene relaciones de colaboración con otras
asociaciones ateas de España y del extranjero, con asociaciones laicistas,
escépticas, humanistas y científicas, así como diversas ONGs.
Es un lugar de encuentro de personas que queremos transformar el mundo
desde una perspectiva atea y librepensadora.
AMAL es una organización no gubernamental, sin ánimo
de lucro, que lucha por conseguir el laicismo en nuestra
sociedad, denunciándolos privilegios antidemocráticos de las iglesias y, los
continuos desmanes de quienes hablan en nombre de cosas siniestras y absurdas
como: la Fe, el Diluvio Universal o el Misterio de La Santísima Trinidad
(que ni ellos saben qué es), etc.
Además es un punto de encuentro de los que nos sentimos ateos para
desarrollar espacios culturales y de lucha, con el importante objetivo de
colaborar en el desarrollo y progreso de nuestra sociedad. Cuando consigamos
una total separación de las iglesias con el Estado, es decir un estado laico,
seguiremos luchando para empujar el desarrollo de la cultura y el progreso sin
fantasmas ni dogmas que nos aten.
El problema aparece cuando, amparándose en una doctrina dogmática, hay
quien infecta la legislación y las instituciones públicas, sin otro fin
que enriquecerse y mantener privilegios fiscales, sociales y
culturales. Por eso, todas nuestras acciones tienen como objeto: informar,
formar, denunciar y proteger; para cambiar la legislación y preservar
los espacios y derechos públicos: la libertad de expresión y de conciencia, el
derecho al librepensamiento, y la educación libre de cualquier credo religioso.
La batalla más importante en esta lucha, entre
la cordura y la sinrazón, no se librará en ninguna
trinchera sociopolítica, ni parapetado tras una barricada intelectual, se está
librando ya, en las aulas y nosotros queremos extenderla al conjunto de
la sociedad.
AMAL, nace en el año 2008 y
ya en el 2009 inicio una fuerte campaña que se conoció como “autobús ateo”
llamando a la población a pensar racionalmente en el mundo real que nos rodea,
posteriormente lanzamos una segunda campaña, también con autobús, exigiendo la
salida de las religiones de los colegios y, la última este año explicando los
12.000 millones de euros que se entregan por presupuestos del Estado, dinero
que sería suficiente para no recortar en educación, sanidad, discapacidad y
pensiones. La ruptura del Concordato y la creación de un Estado Laico, sin
privilegios para las iglesias, sería suficiente para no tener recortes.
Todos los meses celebramos una conferencia dentro del
ciclo Ateneo Ateo, tratando temas diversos de actualidad, además de la celebración
de la semana atea, ciclo de cine ateo y campañas junto a otras asociaciones, de
denuncia de las actuaciones de las iglesias en distintos ámbitos.
¿POR QUÉ?
Los ateos y no creyentes en general
(alrededor del 30’% de la población según el barómetro del CIS de
noviembre de 2018) estamos discriminados: pagamos más impuestos que los
creyentes, tenemos menos elección de colegios para nuestros hijos (la mayoría
de los concertados son católicos), se nos pregunta en los colegios nuestra
ideología (en contra del artículo 16.2 de la constitución), los niños de padres
no católicos ni musulmanes (las confesiones que tienen profesores pagados en
las aulas) están aparcados una o dos horas a la semana en horario escolar,
todavía vemos crucifijos en hospitales, colegios, ayuntamientos, cementerios,
ejércitos, jura de cargos, lugares de atención a necesitados, etc., todos ellos
espacios públicos o pagados con dinero público, o, descaradamente o con
subterfugios, existen representantes religiosos en comités de ética de
hospitales, de consejos de cultura y otro tipo de órganos de asesoramiento o
gestión de organismos públicos.
En un estado
democrático, la igualdad de derechos no viene generalmente dada porque esté
escrita en las leyes o porque España sea formalmente «aconfesional». Hay que
denunciar la comunión de los poderes públicos, con las diferentes confesiones,
y pedir una clara separación entre la acción de gobierno y sus ideologías o
intereses personales.
No podemos
aceptar que se financien las diferentes confesiones, especialmente en un
momento de crisis económica, cuando buena parte de la sociedad no se ve
beneficiada por la actuación de estas confesiones, sino más bien al contrario,
porque sus dirigentes (especialmente la jerarquía católica y otros colectivos
tanto cristianos como musulmanes) generalmente cargan, estigmatizan e insultan
día tras día a los que no piensan como ellos, o mantienen actitudes y
postulados retrógrados, machistas, homófobos, contracientíficos, ignaros y, en
definitiva, intolerantes.
OBJETIVOS:
§ Defender los
derechos de los ateos, agnósticos y librepensadores en todos los ámbitos.
§ Defender los
derechos de igualdad de todos los ciudadanos. Ningún privilegio para las
iglesias
§ Promover,
debatir y dignificar el pensamiento ateo y defender la libertad de expresión,
de conciencia e ideológica en relación a la expresión de las convicciones
personales en privado y en público.
§ Defender y
promover la neutralidad absoluta del Estado y de todas sus administraciones
públicas en relación a las convicciones no religiosas y las creencias
religiosas.
§ Denunciar y
destapar las supersticiones y el fraude que se esconde detrás de muchas
confesiones, el fundamentalismo religioso, y los ataques e injerencias que
muchas confesiones y sus dirigentes realizan constantemente contra las
instituciones democráticas, contra la ciencia y contra los no creyentes en
general.