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por | Jul 26, 2022 | ACTIVIDADES | 0 Comentarios

Una vez finalizado el verano, con sus necesarias vacaciones, AMAL volverá con sus actividades.

1- Pondremos en marcha una nueva campaña de Apostasía ante notario en el mes de septiembre.

2- Ofreceremos una charla sobre la situación actual del Sahara y el cambio de postura de Pedro Sánchez, también en septiembre.

3- Reunión nacional el 1 de octubre convocada por la UAL en Zaragoza, con el objetivo de un plan en común para impulsar el ateísmo y parar los privilegios de las iglesias, luchando por un Estado Laico

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Ser cristiano y de izquierdas es racionalmente poco probable

Por Albert Riba , President d’ Ateus de Catalunya. www.ateus.org

Es una pregunta interesante que se puede abordar desde las más diversas vertientes. Trataré de hacerlo lo más sencillo posible.

Para entendernos, primero hay que explicar qué entendemos por ser cristiano y qué por ser de izquierdas.

El cristianismo está formado por una muchedumbre de organizaciones diferentes —muchas de ellas contradictorias— que durante la historia se han dado candela de lo lindo (católicos, protestantes, ortodoxos…). Todas ellas disponen de unos dogmas ad hoc , pero que son distintos según los intereses del momento. Un dogma es una proposición que no puede ser cuestionada, puesto que es una «verdad» revelada por un ser superior (del que no tenemos ninguna prueba). Además, estos dogmas tienen esencialmente dos características: que son inverosímiles, y que no se puede comprobar su veracidad. En cualquier caso -y por mucho que las pruebas indiquen lo contrario- las religiones mantienen que sus dogmas son verdaderos y que cuestionarse el tema es pecado; en algunos casos tan grave que merece la pena de muerte con torturas incluidas.

En los años cincuenta del pasado siglo, el avance en las comunicaciones y el inicio de la globalización, hicieron replantear su estrategia a todas las fuerzas del planeta. El Vaticano no podía ignorar las señales de cambio y empezó el llamado aggiornamento a través del Concilio Vaticano II. Uno de los efectos de la tan italiana expresión «hay que cambiarlo todo, para que todo siga igual», es la aprobación por parte de la iglesia del derecho a la libertad religiosa —dado que ya no podía mantener los estados confesionales en ninguna parte, excepto en España, y la extinción de los partidos cristianodemócratas, sustituyendo la estrategia por la afiliación a los grandes partidos (al estilo del entrismo trostskista ). Así nacen los «cristianos por el socialismo», la «teología de la liberación», el «cristiano-marxismo», etc

El hecho es que al haber personas que se autodefinen como «cristianos de izquierdas», se crean graves crisis ideológicas (¿queridas o provocadas?) dentro de los partidos de la izquierda clásica.

¿Y qué hacen cuando entran en contradicción las ideas y dogmas? Normalmente la solución que encuentran es declarar que no puede haber contradicción , y amparándose en que el dogma es una verdad inmutable y buena por definición, no puede estar en contradicción con nada que también sea bueno. Si la posición de izquierdas no cuadra, lo que debe hacerse es modificarla de forma que quede bien, ya que es la parte variable (?) dado que no es un dogma.

Aún es más difícil averiguar lo que es ser de izquierdas. De entrada, cabe mencionar que la razón forma parte de la esencia del progresismo de izquierdas —elemento contradictorio con los dogmas— en un mundo racional y racionalista en el que todo lo que no es discutible y criticable no tiene cabida. También el igualitarismo y la democracia asamblearia son rasgos identitarios de las posiciones de izquierdas. En las religiones occidentales, la jerarquía y el autoritarismo son las normas habituales.

Hoy vemos que en los partidos herederos de la izquierda clásica existen minorías de bloqueo —de no más del 15%— que amenazan con romper el partido si no se aceptan sus indiscutibles postulados de dejar que las religiones sigan manteniendo su condición de privilegio; circunstancia que -desde nuestro punto de vista- es totalmente contradictoria con una posición de izquierdas. Aunque algunos de estos ciudadanos defienden sincera e intelectualmente la laicidad.                                                                                                                                                         

Por tanto, aunque —dicho con todo el respeto— sé que hay personas que —seguramente de forma honesta— defienden su doble adscripción al cristianismo ya la izquierda, a mí me parece racionalmente poco probable que de forma general esto sea posible .

Este artículo ha sido publicado en » La Directa «, el 14/05/2019 y en el blog Gaietà Ripoll

Puede reproducise citando las fuentes